Igor y Elena son una pareja sencilla y discreta. Me llamaron sólo un mes antes de su boda y me dijeron que confiaban en mí para que plasmase en imágenes lo que sucediera el día mas importante de sus vidas. En un par de encuentros previos, junto a un riquísimo brownie de chocolate, pude captar en parte sus gustos, sus sensaciones, sus inquietudes…. en definitiva, la personalidad de cada uno de ellos para reflejarlo en las fotos del día de su boda. Vi que era gente sencilla y discreta y no les gustaban las grandes parafernalias.
Ellos han quedado muy contentos con el resultado….. y yo también, por haber podido contribuir un poquito a que sean más felices. Gracias pareja.